miércoles, 11 de agosto de 2010

Esas locas rubias

Gente que está mal de la cabeza hay en todas partes y tienen el pelo de muchos colores, pero me ha llamado la atención (mucho, pero muchísimo) este personajillo. Os describo la situación: ella va con su coche a un Mc Auto. Lleva pensando todo el día que cuando salga de la oficina se va a poner como una boya a base de nuggets de pollo (su comida favorita). Mientras conduce va salivando, feliz, emocionada diría yo mientras se imagina poniéndose ciega minutos después (la verdad que a todos nos pasa, a quién no se la ha antojado de repente alguna comida, por peregrina que sea, y ha estado todo el día dándole vueltas al tema hasta que ha conseguido hacerse con el ansiado plato). Bueno estábamos en que llega al establecimiento de comida rápida, a continuación baja la ventanilla de su coche y le pide a la camarera sus nuggets y la osada camarera le dice.... QUE SE HAN ACABADO. Cualquier persona normal se marcharía cagándose en todo y maldiciendo su mala suerte, pero esta rubia no. Ella como si estuviera poseída por una fuerza endemoniada se lía a golpes con la empleada y monta un pollo... vamos que ha ido a la cárcel y todo. Se le fue la cabeza en cuestión de segundos.

Lo mejor es que lo veáis vosotros mismos. Yo como conclusión diré que esta mujer debía tener los poros de la cabeza muy dilatados y, al darse el tinte, el amoniaco traspasó el cuero cabelludo y llegó hasta sus neuronas (pocas o muchas no sé...). En fin que al final la culpa la tiene el peluquero.



lunes, 9 de agosto de 2010

Una rubia puede crear un blog

No es difícil, nada difícil, que digo... ¡es muy fácil! y entretiene... una cosa mala.
Veinte de cada cien mujeres son rubias o al menos lo son cuando nacen (de media en todo el mundo claro, imagino que en Suecia serán 90 de cada 100, y en Uganda...) y pese a que el porcentaje no es muy elevado son muchos los que han visto un nicho de mercado en nosotras. ¿Acaso hay champús para morenas? no me refiero a tintes vegetales o productos cubre canas... sino un champú 'oscurecedor' o productos capilares para obtener reflejos 'negros'. ¿Por qué? Yo creo que porque nosotras los compramos y, es más, estamos encantadas de conseguir un inapreciable reflejo dorado sólo con pasar por la ducha. Mira que nos fastidia reconocer que nos retocamos las mechas o que cada mes toca revisión de raíces. Mis amigas morenas o castañas no tienen ni medio problema, la mayoría no pisa la pelu, salvo en contadas ocasiones... y lo que ahorran lo invierten en fondo de armario.

Hace poco tiempo me levanté una mañana decidida a dejar de ser rubia y fui a la peluquería de mi barrio (bueno, ahora es la del barrio de mi madre) y le dije al regente "tíñeme el pelo para que nunca más me tenga que retocar las raíces"... y me tiñó de morena, así sin complicarse la vida. En esa época yo no atravesaba un momento demasiado bueno y me ví sin autoridad moral para rebatirle su genial idea... me dejé hacer, como quien va al dentista porque necesita un empaste. Fué ahí cuando mi hermano empezó a llamarme 'la peliblanca', mi chico me dijo que era la única rubia que conocía que se había oscurecido el pelo ("joder pero si todas las tías queréis ser rubias... es que a veces no te entiendo de verdad... y deja de llorar que nadie te ha obligado ¡¿no?!" me decía) y mis amigas me miraban con pena mientras me soltaban: "el corte... no está mal". Ese se convirtió en mi mayor problema y los problemas de verdad pasaron a un segundo plano, con lo cual no todo fue tan malo.

Al cabo de unos meses volví a ser yo nuevamente, con mis mechas y mis cosas. Ya os las iré contando.