domingo, 18 de agosto de 2013

Agua o aire, parece fácil ¿no?


Yo soy mucho de buscar soluciones en Internet.  Los tutoriales de You tube me pueden. He aprendido a hacer muchas cosas gracias a ellos: una trenza de espiga, un moño 'donut', punto del derecho y del revés (sí para hacer bufandas, jerseys y esas cosas)… en fin que me ha ido bien y les tengo mucha fe.


Bien, yo tengo un iphone, hasta aquí nada raro. Yo tengo un in iphone con él único botón que tienen los iphones estropeado (sí , el redondito) prácticamente desde el minuto cero.

Hasta que decidí buscar ayuda en internet no dejaba de escuchar cosas como estas: “eso lo llevas a la tienda y te dan otro (…) Yo fui al Apple bar y me lo cambiaron casi sin preguntar, no tuve que pagar nada (…) A mi prima le pasaba y como era un fallo de serie de ese modelo le mandaron uno nuevo y una carta de disculpa”. Bueno pues a mí ni en la tienda, ni en el bar de Apple (ni agua te dan no se porque lo llaman bar) me ayudaron. Aunque me ofrecieron la posibilidad de comprarme un teléfono nuevo…  Bueno pues ahí seguí yo con mi botón estropeado… y entonces lo hice: puse en google “tengo el botón del iphone estropeado”. Y  funcionó.


Un enlace me remitió a You tube y en el video aparecían dos chicos super bonicos con acento de Jaén (lo sé porque se parecía al de mi amiga Marmo). A ellos les había pasado lo mismo y explicaban cómo solucionarlo, ¡Bingo! La primera opción era comprarte una especie de pistola de aire comprimido y disparar sobre el botón para que, la presión del aire limpiara la suciedad acumulada bajo el botón, que es lo que supuestamente hace que no funcione.


Me vine abajo… no tenía el material necesario. Me sentí  como cuando veía Bricomanía y el presentador aparecía subido en una retroexcavadora y se disponía a explicarte cómo hacer una piscina en el jardín: incompleta. 

Pero de repente, cuando quedaban 20 segundos para que el vídeo acabara, propusieron una alternativa: “otra opción es ir a una gasolinera y en la máquina de dar aire a las ruedas hay un pitorrito que tiene el mismo diámetro que el botón del teléfono. Pegas el pitorro al botón, pulsas y el aire hará el resto”. ¡Perfecto!


Y ahí estaba yo, días después, precisamente delante de una de esas máquinas (como la de la foto) con cara de satisfacción. Parece fácil ¿no? Si quieres agua coges una manguera y si quieres aire, pues coges la otra. Ja, pensaba yo, se van a cagar los de Apple.

 Agarré la manguera del aire, o eso creía sencillamente porque estaba justo al lado de la palabra AIRE. No goteaba y tenía un pitorrito con un diámetro similar al de mi botón, tal y como habían dicho los chicos de you tube.


Agarré la manguera con una mano, mi amado teléfono con la otra, pegué el pitorro al maltrecho botón y, antes de que a mi espalda alguien terminara esta frase: “¿Has comprobado que es la pistola del aire y no la del agua?”, apreté el gatillo.

¿Habéis puesto el  teléfono móvil alguna vez debajo de un chorro de agua a presión? Pues eso.


Joder, joder,  joder





2 comentarios:

  1. Vidaaa!!! Jajajaja! Que mierdas de maquinas! Todas!

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  2. Esto solo te puede pasar a ti, nena. Ja ja ja ja ja ja

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