He dicidido retomar mi actividad porque tengo algunas cosas que NECESITO compartir. En este tiempo de ausencia han ocurrido cosas, pero la más importante es que ahora boxeo. Sí, como lo leeis. Y esta vez he ido a practicar boxeo sabiendo exactamente lo que era. ¿Creéis que es una obviedad lo que acabo de escribir? Pues no lo es. Yo he ido a entrenar a rugby creyendo que iba a ser animadora de futbol americano, cuando descubrí mi error tenía una rodilla rota y la cara morada. He ido a comer ternasco creyendo que era ternera (odio el cordero). He ido a ver Bailando con lobos al cine pensando que era un musical. Fui a un quiosco a comprar el periódico el Sol, años después de que lo cerraran... y así puedo seguir hasta mañana. Pero a clase de boxeo fui sabiendo que se usaban guantes para practicarlo y que la base de este deporte era dar golpes a tu rival. Mi objetivo no era ese claro (dar golpes a nadie), sino ponerme en forma y me habían dicho que ese era el camino. Y doy fe de que lo es. El entrenamiento que se requiere para boxear es tan completo que no hay un solo músculo de tu cuerpo sin activar. Por no hablar de la adrenalina que se descarga dando directos, ganchos y crochés (como controlo eh??) a un saco... todo el mundo debería hacerlo al menos una vez en la vida.
No tiene precio ver a la rubia boxeando, no me reconozco. Ésto también habría que hacerlo al menos una vez en la vida: ver a una rubia boxeando.
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