Lo mejor es que lo veáis vosotros mismos. Yo como conclusión diré que esta mujer debía tener los poros de la cabeza muy dilatados y, al darse el tinte, el amoniaco traspasó el cuero cabelludo y llegó hasta sus neuronas (pocas o muchas no sé...). En fin que al final la culpa la tiene el peluquero.
SER RUBIA ES UN DESCONFORT Pues sí, así que castañas...dejad de sufrir. La gente siempre cuestiona si eres o no de bote, si llevas mechas, reflejos o directamente tinte (cuanta menos química lleves en el pelo más rabia les da a las demás)... en fin un sinvivir. El caso es que soy rubia, clarita, 'blondi', pelo paja... y nada más que por eso tengo el cielo ganado. Bienvenidos a mi blog, apto para todo el mundo, independientemente de su color de pelo.
miércoles, 11 de agosto de 2010
Esas locas rubias
Gente que está mal de la cabeza hay en todas partes y tienen el pelo de muchos colores, pero me ha llamado la atención (mucho, pero muchísimo) este personajillo. Os describo la situación: ella va con su coche a un Mc Auto. Lleva pensando todo el día que cuando salga de la oficina se va a poner como una boya a base de nuggets de pollo (su comida favorita). Mientras conduce va salivando, feliz, emocionada diría yo mientras se imagina poniéndose ciega minutos después (la verdad que a todos nos pasa, a quién no se la ha antojado de repente alguna comida, por peregrina que sea, y ha estado todo el día dándole vueltas al tema hasta que ha conseguido hacerse con el ansiado plato). Bueno estábamos en que llega al establecimiento de comida rápida, a continuación baja la ventanilla de su coche y le pide a la camarera sus nuggets y la osada camarera le dice.... QUE SE HAN ACABADO. Cualquier persona normal se marcharía cagándose en todo y maldiciendo su mala suerte, pero esta rubia no. Ella como si estuviera poseída por una fuerza endemoniada se lía a golpes con la empleada y monta un pollo... vamos que ha ido a la cárcel y todo. Se le fue la cabeza en cuestión de segundos.
Lo mejor es que lo veáis vosotros mismos. Yo como conclusión diré que esta mujer debía tener los poros de la cabeza muy dilatados y, al darse el tinte, el amoniaco traspasó el cuero cabelludo y llegó hasta sus neuronas (pocas o muchas no sé...). En fin que al final la culpa la tiene el peluquero.
Lo mejor es que lo veáis vosotros mismos. Yo como conclusión diré que esta mujer debía tener los poros de la cabeza muy dilatados y, al darse el tinte, el amoniaco traspasó el cuero cabelludo y llegó hasta sus neuronas (pocas o muchas no sé...). En fin que al final la culpa la tiene el peluquero.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario